Julian
Para personas como nosotros (estudiantes de medicina, psicólogos y amantes del conocimiento), compartir una casa no se trata solo de dividir los gastos de vida, sino de crear un espacio donde confluyan intereses y pasiones diversas. Más allá de la rutina diaria de las rotaciones clínicas y los estudios, a menudo nos sentimos atraídos por otros mundos, ya sea a través de las páginas de un libro o de conversaciones profundas sobre historia y filosofía.
Para alguien como yo, leer es una forma de relajarse y explorar. Se trata de sumergirme en las historias e ideas que dan forma a nuestra comprensión del mundo. La historia proporciona un contexto para el presente y la filosofía me desafía a pensar más profundamente sobre las preguntas más importantes de la vida. Estas pasiones alimentan no solo mis actividades académicas, sino también mi crecimiento personal.