Nuestra casa es espaciosa y acogedora. Tiene vistas a un amplio valle lleno de árboles con un arroyo que corre al pie de la propiedad. Aunque estamos en una comunidad cerrada, tenemos total privacidad sin casas a la vista. Simplemente sentados en la terraza abrazando la tierra, todavía sentimos que todo el estrés se desvanece... ¡nuestro santuario! Estamos en las impresionantes montañas Blue Ridge, en un valle con su propio microclima que modera las temperaturas para que podamos disfrutar durante todo el año. El desarrollo ofrece millas de senderos en minutos, gimnasio, biblioteca, piscina y gente amigable, pero es como en casa, un resort sin complicaciones, remoto pero a solo 15 minutos de la ciudad y todas las comodidades que un destino turístico de primer nivel tiene para ofrecer.
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